Nevoya dio un paso significativo en el transporte de mercancías en Estados Unidos al convertirse en la primera empresa en operar una flota completamente eléctrica. Con sede en Los Ángeles, la compañía está revolucionando la logística con sus camiones Freightliner eCascadia, diseñados para rutas cortas.
Su enfoque en distancias de menos de 250 millas, que representan aproximadamente la mitad del transporte de carga del país, les permite evitar los desafíos comunes que enfrentan los camiones eléctricos de largo recorrido, como el peso de las baterías y la escasez de estaciones de carga. Además, utilizan inteligencia artificial para optimizar la gestión de rutas, la carga y el rendimiento de la flota, garantizando una operación más eficiente.
Recientemente, Nevoya obtuvo $3 millones en financiación inicial de Third Sphere y RedBlue Capital, fondos que le permitirán expandir sus operaciones. Según ha trascendido, el próximo foco de crecimiento sería Texas. En ese sentido, el fundador de la empresa, Sami Khan, comentó que «es el mejor lugar para empezar ya que los incentivos son fuertes y la demanda es enorme».
Sin embargo, el camino hacia la electrificación del transporte no está exento de obstáculos. Un grupo de 24 estados presentó una demanda contra la EPA (Agencia de Protección Ambiental) por las nuevas normativas que exigen que el 45% de los camiones nuevos sean eléctricos para 2032. Este grupo argumenta que las exigencias son excesivas y plantea preocupaciones sobre la infraestructura de carga y los costos adicionales para los consumidores.
A pesar de ello, la demanda de soluciones de transporte más limpias continúa en aumento. Khan afirma que la respuesta del mercado ha sido muy positiva. «Cada vez que decimos que tenemos vehículos eléctricos, los clientes responden de inmediato», refirió.