En una fascinante historia de reinvención, el jet privado que una vez perteneció a Elvis Presley «volvió a la vida» convertido en un motor home. El avión, un Lockheed 1329 JetStar de 1962, fue adquirido por Elvis como regalo de Navidad para sí mismo poco antes de su fallecimiento. Durante décadas permaneció abandonado en un aeródromo en Nuevo México, acumulando polvo y deterioro.
A pesar de su desgaste exterior, el interior se mantenía en sorprendentemente buen estado. Al momento de comenzar la remodelación, el jet contaba con asientos de terciopelo rojo y herrajes dorados, incluidos portavasos, ceniceros y cinturones de seguridad. Además, estaba equipado con un sistema audiovisual de alta gama para la época, con altavoces a lo largo del vehículo.
La transformación comenzó cuando James Webb adquirió el jet por 260 mil dólares. Aunque inicialmente pensó que había tomado una decisión financiera equivocada por los altos costos de restauración, Webb encontró una solución creativa. Decidió convertir el avión en un motor home con financiamiento de patrocinadores y vendiendo piezas que no utilizaría.
El proceso de conversión tomó 18 meses, resultando en una casa rodante única que conserva la esencia del Rey del Rock. El otrora jet, ahora está montado sobre un chasis de motor home. Ahora parece «volar» paralelo a la carretera, con un revestimiento cromado que le da un aspecto impresionante. El interior también fue cuidadosamente restaurado para mantener la autenticidad del diseño original, con la cabina y los detalles dorados intactos.
La casa rodante, que lleva el nombre de «Elvis Presley Jet», se presentó en el EAA AirVenture Oshkosh 2024, en Wisconsin. Webb también documentó todo el proceso de transformación en su canal de YouTube, ofreciendo una visión detallada de este proyecto único.
Hoy, el jet privado de Elvis Presley tiene una segunda vida como casa rodante certificada y autorizada, celebrando la memoria de El Rey de una manera innovadora y respetuosa.