No todos los días un camión viejo vuelve a brillar como nuevo. Y mucho menos termina en un museo. Pero eso fue justamente lo que logró Grayce Emmick, una agricultora de octava generación y fanática de los Mack de toda la vida.
Grayce dedicó un año completo a restaurar un Mack R Model 1984, que ahora forma parte del Museo Histórico de Mack Trucks. El camión, que originalmente trabajó para Johnny Prescott and Son Oil en New Hampshire, mantiene piezas originales como el volante grabado con el nombre de la compañía, y unos detalles únicos en los espejos que reflejan la historia viva del transporte.
Según contó la propia Emmick, restaurar este camión fue más que un proyecto: fue un homenaje a su pasión por los vehículos clásicos. “Para mí no hay nada más bonito que un Mack viejo luciendo como nuevo”, comentó en declaraciones recogidas por Mack Trucks.
Doug Maney, curador del museo, destacó que el R Model es “un icono de la historia del transporte americano”. Su legado, dice, va más allá de ser una máquina confiable: representa orgullo para quienes lo manejaron.
La restauración fue documentada en una serie de YouTube, donde se puede ver todo el trabajo y las anécdotas detrás de este renacimiento. Además, Grayce no solo carga con historia en los motores, también en la sangre: su familia ha trabajado la misma tierra en Kentucky desde 1813, en una finca que incluso fue parte de la historia de Abraham Lincoln.