Las elecciones en Estados Unidos tienen a la industria camionera en alerta, ya que tanto Donald Trump como Kamala Harris presentan posturas que impactarían directamente el transporte de carga. Los temas que más preocupan son las regulaciones ambientales, los aranceles comerciales y el rumbo hacia una industria de cero emisiones. Dependiendo de quién gane, los camioneros podrían enfrentarse a costos adicionales o ver una flexibilización en los requisitos.
Uno de los temas más críticos para el sector es la regulación de emisiones. Una administración de Harris probablemente mantendría las políticas de reducción de emisiones vigentes y daría continuidad a la presión para que la industria avance hacia camiones eléctricos. Esto implicaría la adopción de flotas menos contaminantes, pero también un gasto significativo. Y es que la transición a camiones eléctricos podría costar cerca de $1 billón, según estimaciones de la Clean Freight Coalition. Este costo no solo afecta a las grandes empresas, sino también a los camioneros independientes que podrían ver cómo los precios de nuevos equipos se disparan en un contexto de mayor regulación.
En contraste, Trump ha manifestado que aliviaría las regulaciones ambientales y revertiría algunas políticas de emisiones, incluida la regla de emisiones GHG3. Con él, la industria camionera enfrentaría menos restricciones, lo que reduciría costos operativos para los camioneros y permitiría una transición menos apresurada hacia tecnologías más limpias. Sin embargo, esto también podría acarrear críticas de sectores ambientales y afectar la percepción de sostenibilidad de la industria.
¿Y qué hay con la política comercial?
Otro punto clave en juego es la política comercial. Ambos candidatos han mostrado interés en mantener y hasta incrementar los aranceles a las importaciones, particularmente aquellas provenientes de China y México. Trump ha sugerido imponer aranceles de hasta un 100% en algunos productos, como los automóviles mexicanos, mientras que Harris, aunque menos explícita, podría continuar con algunos aranceles de la administración Biden. Estas tarifas no solo encarecen las importaciones, sino que también impulsan la demanda de transporte terrestre, favoreciendo el trabajo de los camioneros al generar más carga en rutas nacionales y hacia México.
La relación comercial entre Estados Unidos y México cobra especial relevancia aquí, ya que más del 70% del comercio entre ambos países se mueve en camiones. Con más restricciones a las importaciones asiáticas, se espera que crezca la producción y el comercio en Norteamérica. Además, algunas empresas de transporte están expandiéndose en México para aprovechar esta tendencia hacia la “relocalización” de manufacturas.
Estas elecciones representan más que un cambio de administración: podrían modificar las reglas y el panorama completo de la industria camionera en los próximos años, ya sea que esta deba adaptarse a una regulación más estricta o a un escenario de mayor flexibilidad en el camino hacia una economía verde. Por eso, desde Dando Paleta le sugerimos un voto informado, ya que las decisiones del próximo presidente afectará sus costos, rutas y oportunidades laborales en la próxima década.
*Con información de FleetOwner