El árbol de Navidad del Capitolio de Estados Unidos llegó finalmente a Washington, D.C., tras un recorrido de más de 4,000 millas. Este icónico viaje comenzó en el bosque nacional Tongass, Alaska, y pasó por 11 estados antes de alcanzar el césped del Capitolio, donde será decorado y encendido el 3 de diciembre.
Héroes detrás del volante
Fred Austin y John Schank, conductores de la empresa Lynden, fueron los encargados de esta misión especial. Ambos tienen décadas de experiencia en las carreteras y, juntos, acumulan más de 10 millones de millas recorridas sin accidentes.
Para Schank, este no fue su primer rodeo; ya había transportado el árbol en 2015. “Es un honor ser parte de algo tan grande”, comentó Schank, quien ha trabajado para Lynden desde 1975, al igual que Austin.
Una travesía memorable
El camión encargado del transporte, un Kenworth T680 especialmente decorado con imágenes de los bosques de Alaska, hizo 13 paradas en diferentes estados. Estas paradas permitieron a miles de personas admirar el majestuoso abeto antes de que continuara su viaje hacia la capital.
El público también pudo seguir el recorrido del árbol en tiempo real gracias a un mapa interactivo. Este detalle agregó emoción y conexión a una tradición que une a la comunidad en todo el país.
Más que un árbol
El transporte del árbol de Navidad del Capitolio no es solo un símbolo de las festividades, sino también un testimonio del trabajo de los camioneros que mantienen en movimiento a Estados Unidos. Fred y John, con su récord impecable, demuestran que detrás de cada viaje hay dedicación, profesionalismo y pasión.
El árbol ahora espera su gran momento, pero el verdadero espíritu de estas fiestas ya viajó por miles de millas gracias a estos héroes del volante.