Una corte de Florida condenó a la empresa K&N Logging y a su conductor Ellis Eugene Trollinger a pagar $141.5 millones a tres víctimas de un choque múltiple ocurrido en 2020. La demanda, que culminó en un veredicto unánime tras un juicio de cuatro semanas, señaló que la empresa no investigó los antecedentes del conductor antes de contratarlo, a pesar de su historial de infracciones y delitos graves.
El accidente ocurrió el 3 de marzo de 2020 en la carretera estatal 200, en el condado de Nassau, Florida. Según documentos de la corte, Trollinger conducía un camión cargado de troncos a 67 millas por hora en una zona de 45 cuando impactó a una fila de vehículos detenidos. El choque dejó graves heridas a tres personas, incluyendo un niño de 5 años que sufrió daños cerebrales permanentes.
Las autoridades citaron a Trollinger por conducir de forma negligente y por no mantener una distancia de seguridad. Sin embargo, los abogados de las víctimas señalaron que la responsabilidad iba más allá del conductor. En ese sentido, afirmaron que K&N Logging lo había contratado sin revisar su historial, que incluía antecedentes de DUI (driving under the influence). A ello se suma: agresión a un oficial de policía y varias violaciones a las regulaciones federales de seguridad en carretera.
Además, el equipo legal de las víctimas argumentó que la empresa no supervisó el tiempo de conducción de Trollinger. Tampoco verificó su cumplimiento de los descansos obligatorios, no le realizó una prueba de drogas previa al empleo, ni exigió un certificado médico.
El jurado otorgó $16.5 millones en daños compensatorios y $125 millones en daños punitivos. Ello tiene como objetivo señalar el «desprecio» de la empresa por la seguridad pública. Los abogados de las víctimas concluyeron que K&N Logging actuó de manera «negligente y temeraria» al contratar a un conductor con este perfil.
Esta condena récord busca enviar un mensaje claro a las empresas de transporte: la seguridad vial y la debida supervisión no son opcionales.